Esto le sucedió a una joven que trabaja en un Subway, y luego de la respuesta que le dio su jefe por haber ayudado a una persona que lo necesitaba, renunció. A continuación la historia de lo que pasó.
Según relata la chica una persona al parecer de escasos recursos, apenas con dinero entró al establecimiento y pregunto si una hamburguesa costaba más de 10 dólares. Ella le respondió que no, entonces esta persona siguió en la fila esperando su turno. A la hora de atenderle y pedir su comida, con pena en su rostro nota que no tiene le dinero suficiente, que apenas ni a la mitad llegaba y decide marcharse del local. Es en ese momento cuando la chica lo llama con gesto de solidaridad decide con su tarjeta de crédito pagar por la comida del hombre, todos la felicitaron por su gesto, pago por la comida de ese sujeto que con lágrimas en los ojos le agradeció una y otra vez. Ella le decía que fuera tranquilo y que solo comiera. Al final cuando el local se quedó solo, ella estaba limpiando como de costumbre, y su jefe llegó arremetiendo contra el gesto que ella tuvo hacia el hombre, diciéndole que el que no pueda pagar por su comida, que saliera de su negocio. Ella le contestó lo siguiente: ''no pude echarlo afuera estaba a 46 grados, ese hombre estaba sediento y no tenía dinero suficiente para pagar siquiera por una soda''
Luego de esto la chica renunció una semana después de ese establecimiento, demostrando una vez más que si queremos podemos hacer la diferencia.
Según relata la chica una persona al parecer de escasos recursos, apenas con dinero entró al establecimiento y pregunto si una hamburguesa costaba más de 10 dólares. Ella le respondió que no, entonces esta persona siguió en la fila esperando su turno. A la hora de atenderle y pedir su comida, con pena en su rostro nota que no tiene le dinero suficiente, que apenas ni a la mitad llegaba y decide marcharse del local. Es en ese momento cuando la chica lo llama con gesto de solidaridad decide con su tarjeta de crédito pagar por la comida del hombre, todos la felicitaron por su gesto, pago por la comida de ese sujeto que con lágrimas en los ojos le agradeció una y otra vez. Ella le decía que fuera tranquilo y que solo comiera. Al final cuando el local se quedó solo, ella estaba limpiando como de costumbre, y su jefe llegó arremetiendo contra el gesto que ella tuvo hacia el hombre, diciéndole que el que no pueda pagar por su comida, que saliera de su negocio. Ella le contestó lo siguiente: ''no pude echarlo afuera estaba a 46 grados, ese hombre estaba sediento y no tenía dinero suficiente para pagar siquiera por una soda''
Luego de esto la chica renunció una semana después de ese establecimiento, demostrando una vez más que si queremos podemos hacer la diferencia.
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